Fue flor de un día y hasta esperanza republicana para conservar la presidencia de los Estados Unidos y llevar a John McCain hasta el despacho oval de la Casa Blanca. Sarah Palin se desinfló después como un globo. La sorpresa de su elección nada más acabar de escuchar los cohetes que proclamaban a Barack Obama candidato demócrata en Dever (Colorado) fue casi tan impactante como su discurso a la convención republicana. Sarah Palin salió de Alaska con toda su familia y hasta con hija soltera embarazada a la reunion del partido conservador. Cayó luego, cuando no tuvo ni la letra ni la música tan bien escrita como la que supo interpretar en Minnesota. Sarah Palin -la señora que el pasado otoño cogía fuerzas en la residencia familiar del mismísimo Jonh McCain- vuelve ahora a coincidir con los cohetes para añadir una traca política al verano que en los Estados Unidos nunca tiene vacaciones. La gobernadora de Alaska anuncia su intención de irse a casa a finales de julio. La fiesta de la independencia con fuegos artificiales por todas las esquinas tiene mecha encendida en la lejana Alaska. Sarah se va pero nadie sabe qué razones, amen de las personales, ponen a la señora gobernadora en casa y con muchas posibilidades de redoblar por cientos su salario ejecutivo. Sarah se ha ganado la suficiente popularidad como para vender libro de memorias y conferencias por doquier. Su salario de 125 mil dólares anuales mas gastos de representación -a veces de escándalo y con escándalo por compartir necesidades públicas con viajes familiares- se van a quedar en pura calderilla si la señora sabe ponerse la pilas. Sarah ha conseguido hacerse amigos en la cartelera nacional. No solo en la política, tambien en los medios de comunicación donde hubo periodistas de postín dispuestos a montarse en moto y hasta hacer las Alaskas agarrándose a un marido encantador siempre dispuesto a demostrar sus muchas habilidades sobre la nieve y con perros especialistas en arrastrar trineos. Sarah se va con las botas puestas, con las que siempre se duerme y se despierta en Alaska. No hace falta recordar sus muchas habilidades para dar muerte al oso, al arce o al animal que desde muy joven se le pusiera por delante. Ahora hay quien se pregunta si la dimisión de Sarah Palin es algo mas que un asunto personal del que no ha querido ni hacer sangre el siempre locuaz vicepresidente Joe Biden. Otros ya se bastan solos, incluso esos confidenciales políticos donde las interpretaciones son siempre libres y tan variadas como para poder dar en el clavo. Sarah Palin se va para escribir un libro, pero eso ya se puede hacer sin dejar el despacho de la gobernadora en la capital Juneau. Alaska es grande, mucho más grande que España y hasta el estado más inmenso de un pais tan inmenso como los Estados Unidos. Sarah es breve, tan breve que algunos hasta piensan que puede estar pensnado en hacer dinero con la ayuda de los republicanos para jugar la presidencia al mismísimo Obama. Nada es imposible en los Estados Unidos, máxime cuando los demócratas y Obama se han encontrado y se encuetnran cada día con una nueva sorpresa-problema debajo de la puerta. Es pronto, demasiado pronto para mirar a noviembre del 2012. Claro que tambien es verdad que nunca es tarde para pensar que las coincidencias del ayer vuelvan a ser coyunturas apropiadas del mañana. Hoy por hoy, lo único cierto es que Barack Obama y Sarah Palin son tan parecidos como un huevo a una castaña.
sábado, 4 de julio de 2009
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1 comentario:
que recuerdos me trae todo esto...¿mira que si me toca repetir en 2012 y es la Palin la candidata?....puede ser divertido ver qué pasa. A ver si tu nos lo cuentas tambien, sea en el medio que sea.....
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