Jaime es mi héroe. Es lo bueno que te da la vida, cuando la vida se vive. Jaime es un héroe de carne y hueso. Es un niño, como lo fue y lo es mi querida hija Enya. Y son héroes porque son niños a los que su propia circunstancia les obligó a ser diferentes. Azar y necesidad, cuantas vueltas para repetir historias diferentes. Historias que al final son tan parecidas como dos gotas de agua. Jaime ha vuelto a casa. Jaime es mi héroe. Y Jaime -ahora y sin saberlo- es mi obligada lectura en lo que quiere ser una canción de autor -canción escrita por Jaime- como recuerdo de su propia odisea...
EL AÑO DEL CANCER
Un día empezó un año
Estaba viniendo
Yo no pensaría que tenía cáncer
Quiero que se termine ya que se termine ya
Porque yo siempre odiaba el hospital
Ya no puedo más ya no puedo más
Quiero parar con mi tratamiento
Quiero que me quiten mi tubo
Así puedo jugar a muchas cosas que no he podido jugar
Así podré bañarme en la piscina y en el lago y en la playa
Deseo que nunca hubiera pasado
Pero ya ha pasado
Pero mira cuantos juguetes me han traído
Y ya quiero que termine
Estoy muy cerca para terminarlo
Deseo que solo fuera una vez mas al hospital y esa vez será para quitarme el tubo, pincharme ya
Siempre he querido que termine ya. Jaime
3 comentarios:
Gracias, Magín.
Qué Dios te bendiga
Murielito
Yo también tengo un pequeño héroe. Como Jaime. Y como Enya...¡¡¡Cuánto nos enseñan estos "pequeñajos!!! ¿verdad?.
Gracias por tu sensibilidad
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