jueves, 4 de agosto de 2011

Adiós mamá, hasta la vista.

Llegó ese día que una amiga y compañera de milagros radiofónicos me había anunciado que era un día de vértigo. Es el día en que te quedas sin referencias, recuerdo que me dijo. Se te acaban las oportunidades de preguntar. Pierdes las llaves con las que abrir el baúl de los recuerdos. Lo más curioso -me pasa ahora- es que se te hace un nudo en la garganta y... Y en lo más profundo de mi corazón sigo pensando que no faltarás a nuestra cita. Que hoy volveremos a estar juntos, como cada día desde ese otro día que descubrimos que un teléfono podía ser un abrazo en la distancia. Esta vez, no has sido tú la que dijo adiós. Anoche, después de tu dulce día loco, se me aparecieron los fantasmas. Mi mamá se muere, me dije para mis adentros sin decírselo a nadie. ¨Me parece que se ha cortado¨, eso es lo último que oí que decías. Y vaya que si se ha cortado, mamá. No quise hablar contigo de nuevo para no asustarte. Tenía miedo, como el que tú no tuviste al despertar por la mañana sin el azúcar necesario para mover ese corazón que al final acabó cobrándose peaje. Los Rubio y el corazón de sus chicas, ya sabes Angelines... Ese corazón que vimos que siempre regalabas a los de casa sin necesidad de cuidarte o dejar que te cuidaran. Buen viaje, mamá. No habrá necesidad de pararse dónde quieras. Esta vez no discutiremos, no tendremos que llevarnos la contraria. Esta vez, solo déjame mirarte y saber que detrás de un día de vértigo podrás arreglártelas para seguir respondiendo a muchas preguntas. Ojo con volver a caer rendida a los brazos de tu Juanín y olvidarte de todo y todos. Déjame soñar, mamá, déjame pensar que todavía podrás pasarme alguna llave con la que abrir el eterno baúl de nuestros miles de recuerdos compartidos.


INCOMPRENSIÓN
Eloy Rubio Carro A Angelines Rubio

La muerte llega con la cara perpleja,
los hombros disminuidos
de amor sin aliento.
¿Qué habré hecho yo?
Bebe en los panes la hortensia
de clarear el día...
Duras fueron las palabras
en su costra de oído,
eran huecas como un tambor
y recitaban la noche con una melopea de ciervos
nerviosos,
tanteados por mastines de rebaño.
Yo vería a qué vibraban,
a que ojos dormían en el rumor del tiempo
si hubiera transcurrido su gracia
longeva...

Así yo las percutía
en salmodia.
¿Qué hemos hecho? ¿Qué habremos hecho?
Habíame olvidado ante quién,
y las tenía
por su distinto sentir.

Wikio


3 comentarios:

victor dijo...

Magín....un fuerte abrazo. Me lo ha dicho Rafa hace un rato (te manda tambien un fuerte achuchón)y he llegado hasta aquí para leer lo que has escrito, que es realmente emocionante. Espero que estes bien.

Juan Manuel Surroca. dijo...

Apreciado Magin he concodi ola noticia al leer tu sentido artículo. En momentos como estos se hace tan dificil encontrar las palabras mas adecuadas para poder explicar tantos sentimientos en tan pocas líneas. Mi mas sincero y solidario apoyo. Un cordial saludo. JM Surroca

Juan Manuel Surroca. dijo...

Apreciado Magin en estos momentos en que se hace tan dificil encontrar las palabras justas y adecudadas para expresar lo mas profundo de nuestros sentimintos recibe mi mas sincero y solidario apoyo