Alvaro Soto me llamó hace unos días. Miento. Primero fue un correo electrónico y después llegó la llamada. Mi casa de siempre quería recordar tragedias vividas y contadas en la radio. Detrás estaba Juan Ramón Lucas y su equipo. Quedamos en hablar en la madrugada del jueves. En días como hoy preperaba un especial. Para mí, especial y medio. Se trataba de saber si alguna vez pueden olvidarse las tragedias. Cuando he vuelto a escuchar a JuanRa, Alvaro y Fran he sentido escalofrios. La radio sigue siendo una droga, crea dependencia y hace milagros. Este jueves de madrugada he vuelto a ser adicto. Gajes del oficio, aunque sea vivido desde la cuneta de un ere irresistible. Llegó la hora. Me toca. El toro y el huracán Katrina saliendo por el callejón de los miedos. La radio en vivo y en directo. Adios, se va, se acaba... Y ahora, sin palabras, no sé ni encuentro la mejor forma para decir adios, para despedirme, para dejar que JuanRa, Alvaro y Fran vuelvan a ser quienes son. Ellos y otros tant@s amig@s que ya saben que son mis favoritos. Los seres humanos a los que más adoro porque siguen haciendo la radio de cada día. Gracias y que no decaiga.
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1 comentario:
Gracias de nuevo
Un abrazo enorme
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