Los pronósticos meteorológicos que se hacen en los Estados Unidos llegan a ser sorprendentes. Los ciudadanos están en disposición de saber siempre cuanto y cuando llueve. Se les ofrece la posibilidad de salir de caso con una previsión rigurosa de litros a soportar en su trayecto a la oficina. Saben de antemano las horas con más polen y más mosquitos. No van a ignorar en invierno cuantos centímetros de nieve caerán sobre su casa. Anuncian tornados y huracanes para evitar desgracias mayores. También se equivocan, pero eso ya sabemos que son gajes generales del oficio. Hay remedios y de un tiempo a esta parte justificaciones a voces. Nos estamos cargando el planeta. Hasta aquí, lo sabido. Lo que nos dicen o descubrimos con gran dolor de nuestro corazón. ¿Qué hacemos?. Poca cosa, salvo ponernos en la cola de los activistas, engrosar la nómina de los afectados o acabar abonados a esa gran mayoría silenciosa que no sabe o no contesta. Este sábado tenemos la oportunidad de salir de la ignorancia. Se celebra el Día Internacional de la Acción Climática. Esta claro. No llegaremos a ninguna parte, pero ya tenemos otro Día. Lo difícil es ponernos en la senda de la soluciones. Hay gentes y asociaciones para todo, tantas como empresas y empresarios, políticos y políticas, estados y gobiernos. El próximo diciembre va a celebrarse una Cumbre internacional en Copenhague bajo los auspicios de Naciones Unidas. Hasta entonces hay tiempo para todo y para todos. Organizaciones como The Yes Men o 350.0rg vienen desde hace tiempo pregonando su buena nueva. Ellos imaginan un mundo del revés y son capaces de suplantar la realidad para dar a conocer la que se nos viene encima. Llegan hasta donde pueden y les dejan. A veces, hasta el fondo del mar. Hace una semana, el gobierno de las Maldivas celebraba la primera reunión subacuática del mundo. Consejo de ministros bajo el agua. Toda una experiencia para poner los pelos de punta y el cerebro a remojo. Las Maldivas -mensaje- quedarán cubiertas por el agua si nadie lo remedia. Los termómetros siguen en alto y llevamos años buscando soluciones sin dejar de mirar hacia otro lado. En pocas horas, se abre un tiempo para saber. Es bueno hacer campaña, incluso pensando que la filosofía de Mafalda es siempre la solución extrema. Paren el mundo que me bajo.
viernes, 23 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Magín, algo más que las Maldivas se va a ahogar. No me extraña que hagan reuniones de gabinete bajo el agua. Manolete si no sabes torear ¡ a que te metes ! decían las gentes sencillas de nuestros tiempos cuando la gente se tiraba los cuescos más altos que el culo. El siglo XXI presenta ese comportamiento como patrón de conducta universal.
Haces bien, Magín, en hacer esta llamada de atención. Pero yo no creo en los agoreros que advierten que el mundo se va a acabar, hecho un páramo sin agua y sin oxígeno y sin capa de ozono y sin... yo qué sé. Al Gore ha encontrado un filón en su peregrinar prediciendo catástrofes...
El mundo se está expandiendo dicen los científicos y no tiene pinta de acabarse en cuestión de décadas...
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