lunes, 3 de octubre de 2005

MIERS, CANDIDATA A JUEZA DEL SUPREMO

George Bush vuelve por su fueros. El nombramiento de Harriet Miers como candidata a jueza del Tribunal Supremo es la mejor demostración de que nada ni nadie van a desviarle de su conocida filosofia de la compasión. Miers, con 60 años, trabajaba hasta ahora como consejera legal de la casa blanca -en sustitucion del ministro Alberto Gonzalez- y es otra de las mujeres, con la que trabaja desde hace una decada, a las que puede considerarse como muy proxima al circulo familiar del presidente, del que llego a ser abogada personal antes de llamarla a la carrera politica y despues de haber presididoel colegio de abogados, primero en la ciudad de Dallas y despues en el del estado de Tejas. Su amistad con Miers, la sorpresa de que no haya ejercido nunca como juez, la curiosisdad de que ella tuviese ahora que interrogar a supuestos candidatos para el puesto para la que se le promueve, son razones mas que suficientes para que George Bush no se olvidara en su anuncio de eleccion, hecho hace unos minutos desde la Casa Blanca, de pedir de nuevo un trabajo bipartidista a la comision de justicia. Harriet Miers, agradecida por la confianza y el nombramiento, es facil predecir no sera nunca para los demócratas la mejor candidata a sustituir a la jueza Sandra O´Connor, la primera mujer que hace 24 años llegaba al supremo estadounidense, que renunciaba el pasado verano a un cargo vitalicio por atender a su marido enfermo y que todavía hoy es considerada por muchos como la magistrada mas independiente y sin una adcripcion precocebida a ideas liberales o conservadoras. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que tambien es el Constitucional de este pais, reanuda hoy sus sesiones con nueve miembros, bajo la presidencia de Jhon Roberts, el nuevo presidente que juraba el cargo la pasada semana despues de recibir por 78 votos a 22 la confirmacion del Senado. Harriet Miers aspira a ser la 110 magistrada que llega a sentarse en uno de los sillones de la intitucion con mas de dos siglos de existencia.

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