Los dos mil soldados muertos en Irak han obligado a los Estados Unidos, a su clase politica y a sus medios de comunicación, a darse un respir. El Senado a guardaba al un minuto de silencio. Las televisiones y las radios abrian todos sus informativos con la noticia. Las imágenes del cementerio de Arlington, la bandera estadounidnse plegada para recuerdo de familiares, y la insistencia no solo de la televisión sino del propio presidente de que son muertos por el progreso han dejado en el aire el punto y seguido. George Bush ha preferido repetir que en Irak solo puede ser posible la victoria, despues de que hombres y mujeres estadounidnses esten dando la vida en una mision que lleva la paz y la libertad a la region. Mientras tanto desde el ministerio de la defensa, desde el Pentagono, preferian abrir interrogantes, decir que no pueden confirmar que el ultimo soldado muerto en Irak acabe siendo el que haga el numero 2000 y convertirse, sin quererlo, en protagonista por solo llegar a otra cifra de numeros redondos.
martes, 25 de octubre de 2005
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