El aniversario de la entrada en Bagdad pasa sin pena ni gloria en el Capitolio de Washington hasta donde han vuelto a llegar los nuevos responsables de una guerra –hoy el general Petraeus y el diplomático Croker- herederos sin quererlo de otras decisiones que en el peor de los casos han acabado siendo una sangría en vidas humanas y en recursos económicos. (()) La guerra de Irak –aportaba el dato el senador demócrata Biden- se come solo tres semanas mas dinero de lo que se ha gastado en Afganistán en seis años. Pero para desgracia de todos, no solo el dinero sino el futuro sigue siendo incierto y en materia de seguridad tan imprevisible como el mañana.(()) El general Petraeus ha dicho que la situación en Irak ha mejorado pero sigue siendo frágil y reversible. Esta vez y antes de empezar las comparecencia de hoy en las comisiones de cámara de representantes, la política y los compromisos del gobierno iraki son menos protagonistas que la seguridad. El presidente George Bush tiene previsto mañana presentar sus conclusiones. El mejor regalo será decir que los soldados destinados en Irak y Afganistán servirán tan solo un año en esos destinos. No habrá prorrogas como hasta ahora, pero todo y como siempre, sin calendarios de vuelta a casa. La mejor de las situaciones –aunque nunca escrita- es pensar que el nuevo presidente heredara en Irak la presencia de 100 mil hombres, 30 mil menos de los que en julio abrirán un tiempo para la reflexión -45 dias- y pensar –como dijo hace unas horas el senador Kennedy- que si la violencia fue la razón del incremento de tropas hace un año, la reducción de esa violencia seguirá siendo el argumento para no cambiar de planes y ofrecer mas de lo mismo.
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