Inquitud, solvencia, credibilidad, reputación… hay palabras que este martes se repiten y se hacen presentes en radios, televisiones y titulares de periódicos. La Reserva Federal –ante de anunciar nuevos recortes de los tipos de interes, antes de volver a bajar el precio del dinero tres cuartos o hasta un punto a decir de muchos observadores- la Reserva Federal se ha convertido en el centro de todas las miradas y a pesar de las alabanzas –de George Bush, de su ministro del Tesoro Henry Paulson- no todos hoy aplauden. La decisión de abrir la caja y ofrecer a las instituciones financieras el dinero que dejaron de ganar o arriesgaron en operaciones poco ortodoxas ha llevado a muchos a echarse las manos a la cabeza. La pregunta que se hace The New York Times en su portada es saber si la Reserva Federal de los Estados Unidos no habrá acabado empeñado su credibilidad de futuro y haciendo ley un mensaje cuanto menos peligroso: si ustedes, banqueros, se equivocan en su negocio aquí queda todavía un seguro como caja de resistencia. Los ciudadanos que no han podido pagar la hipoteca y se quedan sin casa, los estadounidenses que viven del crédito permanente se preguntan ahora por qué a ellos no les llegan los cientos de miles de millones que desde hace meses pone a disposición de bancos e instituciones financieras la Reserva Federal de los Estados Unidos. Los economistas echan su cuatro a espadas –hay opiniones para todos los gustos- y advertencias entre las que no faltan quienes dicen que si esto sale mal serán de nuevo los contribuyentes quienes acaben pagando el desaguisado que ha llegado en el preciso momento de empezar a ver las vacas flacas. Todos o casi todos -menos el ministro Henry Paulson- lo llaman recesión como aseguran 3 de cada 4 estadounidenses en la ultima encuesta de Gallup que hoy publica en su portada el periódico USA Today.
martes, 18 de marzo de 2008
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