La Reserva Federal de los Estados Unidos ha tenido que trabajar hasta en domingo y por su puesto olvidándose de una semana que será santa aquí solo si se consigue capear un temporal que lleva tiempo sin amainar.(()) El ministro Paulson ha sido el encargado de recibir en Washington el trabajo que durante el fin de semana capitaneaba el presidente de la Reserva Federal, Ben Barnanke, y los bancos centrales –en especial el de Nueva York, finalmente dispuestos a dar la de nuevo la campanada. La estabilidad del sistema financiero es prioridad, pero la incertidumbre puede hacer estragos El precio del dinero se ha rebajado un cuatrillo situándose a un provisional 3,25 a decir de los mas enterados que vaticinan caerá medio punto mas el martes próximo. Además y en una inusual jugada se facilita a JP Morgan 30 mil millones de dólares para la adquisición del emporio financiero venido a menos que resulto ser Bear Stearns, toda una institución en Wall Strett que el pasado viernes confesaba sus problemas liquidez y este domingo ha pasado a manos de Morgan por cerca de 250 mil millones de dólares. La preocupación por la economía seguirá siendo este lunes prioritaria no solo por lo que pueda ocurrir en los mercados sino tambien para una administración Bush que sabe que sus planes de futuro –siempre mirando al consumidor, a la crisis inmobiliaria y financiera, con la gasolina por las nubes- los planes de futuro pueden acabar quedándose viejos sin salir todavía de la cocina en la que el cocinero y ministro del Tesoro Henry Paulson necesitará algo mas que oficio y buenas palabras.
domingo, 16 de marzo de 2008
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