Los demócratas saben que tienen todo a su favor, que es la hora del cambio, la hora de volver a la casa blanca pero mientras pregonan su deseo de salir de Irak y recuperar para los Estados Unidos el liderazgo que de este país todos esperan, entre sus mas recatados dirigentes la duda esta en conocer si al final del camino –el cuatro de noviembre- van a ser capaces de estar ofreciendo un candidato para el consenso. Hillary como mujer y Obama como afroamaricano pueden ayudar a la división de un electorado que de momento sigue siendo pasota como de costumbre. Los demócratas prometen salir de Irak –hasta Hillary que hoy estrena anuncios en español para los hispanos de Iowa, pone calendarios y trata de marcar distancias- pero es Barak Obama quien representa el aire fresco, la pasión en camisa blanca, la fuerza de unos ideales que engancha a los mas jóvenes. El abogado Edwars y el hispano Richardson se los miran y reclaman ser terceros en discordia, pensando como Bush que alguien se de cuenta que Hillary ganara la candidatura demócrata, pero en este país votar para la presidencia a una mujer o a un afroamericano sigue siendo mas difícil que votar a un hombre blanco.
jueves, 13 de diciembre de 2007
Iowa, a tres semanas
Veinte tres dias –en esta larguísima campaña en la que se han convertido las presidenciales estadounidenses- son un mundo en el que todo puede ser posible. Los aspirantes demócratas Hillary Clinton y Barak Obama, los republicanos, Huckabee y Romney son los primeros de cada clase en querer reclamar para ellos las mejores notas que salen de los caucus de Iowa y de las primarias de New Hampsire. El 3 y el 8 de enero Hillary sabrá si los hispanos a los que desde hoy dedica atenciones singulares en anuncios millonarios inclinan esa balanza que cada día corrige el afroamericano y senador Obama vendiendo solo aire fresco y echándole mucha pasión al tema. La emigración y el cielo visto por baptistas o mormones ha calentado en estas ultimas horas a la familia republicana. Un gobernador diabético, pastor batista durante años, como el aspirante Mike Huckabee amenaza con llevarse el gato al agua sobre el mormón Romney. El alcalde Giulliani se los mira y en ese pañuelo en el que todos buscan alcanzar la Casa Blanca espera su oportunidad.
REPUBLICANOS DESCABEZADOS Los republicanos pasan de herencia y de sucesores. Por vez primera después de 50 años no hay ni presidente ni vicepresidente en liza. Los republicanos saben que están en horas bajas, pero confiesan –como George Bush- que sus esperanzas crecen si Hillary se lleva la nominación demócrata. Un pastor baptista como Mike Hackubee y un motor como Romney quieren ser los primeros de la clase en Iowa y New Hampshire, aunque es el alcalde Giulliani quien se lleva la palma en las encuentas nacioneles. Los republicanos -con McCain ganándose a pulso el centro- van de duros e intransigentes. Irak, emigración, armas de fuego… todo vale para un país que reclaman debe seguir convirtiendo a la seguridad nacional en la clave de sus compromisos.
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