Suena a película pero es real como la vida misma. George Bush autoriza al Pentágono a lanzar un misil contra uno de sus satélites espía. Un satélite que informaba el general Cartwright no responde a las comunicaciones y amenaza con reingresar en la atmósfera terrestre, siendo entonces impredecibles sus consecuencias debido a desconocer el rumbo y la posibilidad de que un artefacto de unos 4000 kilos de peso aterrice o mejor vaya a estrellarse donde quiera y como quiera. El general Cartwright con cuatro estrellas y subjefe del estado mayor conjunto ha tratado de restar importancia al caso –el peligro es mas los gases, decía que la remota posibilidad de ver al satélite caer en tierra habitada- pero por si acaso un buque de la marina sera el encargado de intentar con un misil táctico alcanzarlo en el espacio y convertirlo en añicos antes de su regreso a casa. Este satélite bautizado como L-21 –sin pensar en la publicidad- había sido lanzado a finales del año 2006 (en la imagen), como los 17 mil objetos que desde hace 50 años este pais ha mandado al espacio con muy diferentes misiones. Los satélites espía dan vueltas alrededor de la tierra en órbitas muy bajas para cumplir su mision son guiados desde la tierra sin mayor dificultad. Con L 21 todo ha sido diferente, hasta que tambien por vez primera, un misil va a poner fin a su existencia antes de que reingrese a la atmósfera terrestre a primeros de marzo… claro que como buena película lo que no han dado son fechas exactas..
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