Mas muro en la frontera y mano dura para los empresarios que contraten a trabajadores indocumentados es la buena nueva que en tiempo electoral aplica la administración Bush para aplacar los ánimos y para enseñar la mano dura que tampoco iba a esconderse en la inalcanzable reforma migratoria. Este viernes, los ministros Chertoff y Mukasey –dos jueves en el gobierno, por casualidades de la vida- han explicado las que a partir de marzo serán normas de obligado cumplimiento. El fiscal general, el juez Mukasey que tiene competencias de justicia e interior, ha dicho que desde el mes próximo las multas para quien contrate ilegales subirán hasta los 5000 dólares. Su compañero y titular del macroministerio de la seguridad nacional. Chertoff, se arrogaba el papel de contratista de obras, al anunciar que no habrá kilómetro de la frontera con México donde un muro, una cámara o una patrulla policial ponga dificultades a tráficos que al parecer –siendo tan diferentes, pueden resultar igual de peligrosos. Uno es la droga, el otro son personas que casi siempre sueñan con vivir mejor y encontrar trabajo en los Estados Unidos.
viernes, 22 de febrero de 2008
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