La ola Obama arrasa después de los caucus en Washington y Nebraska, las primarias en Louisiana, y mientras este domingo se celebran las asambleas en el estado de Maine para repartir treinta y dos delegados mas que solo confirmarán lo que todos saben: Obama y Hillary van a tener que aguantar una maratón en la que son muchos los que empiezan a pensar que es necesario un pacto de caballeros. Un pacto que no necesitaran los republicanos porque aunque solo con migajas John McCain tiene la candidatura republicana en su mano, al ser imposible que Huckabee gane en 18 de los 22 estados que esperan su consulta. Este domingo son The Washington Post y The New York Times quienes ponen por escrito la que ya se ha convertido en una nueva batalla demócrta: perseguir a los superdelegados, pedirle un voto que puede ser decisivo. Los superdelegados añaden los votos de calidad -725- a los 3248 que se ganan en primarias y caucus. Si la carrera sigue siendo tan pareja como hasta ahora… el aparato, los senadores y representantes, los santas-santorum del partido demócrata van a tener mucho que decir, tanto como para que los dos aspirantes anden como locos detrás de ellos… El Post insinúa que 213 se han comprometido ya a votar por Hillary, 139 lo han hecho por Obama… Pero como ocurre en el día a día, dar tiempo al tiempo, es dar tiempo a que una ola siga creciendo y sumando votos a una nueva ilusión que (()) hace milagrosamente creer que si se puede
domingo, 10 de febrero de 2008
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