Fue un debate con sustancia y con diferencias, aunque sus protagonistas, las aspirantes demócratas Hillary Clinton y Barak Obama, llegaban al plató televisivo con necesidades muy diferentes… El afroamericano quería ofrecer contenidos, la senadora recortar diferencias. Cuba, el español y la emigración fueron asuntos presentes en la cita de Austin donde la cadena Univisión –como parte organizadora- facilitaba traducciones y explicación en castellano. (()) Obama defendía –como siempre ha pregonado- reunirse hasta con los enemigos, incluso tambien con el futuro sucesor de Fidel Castro. Hillary apuntaba condiciones, excarcelación de presos y derechos humanos como fundamentales. La pelea fue de guante blanco, pero sin desaprovechar golpes bajos o complicidades para la historia.(()) Hillary se llevó en eso la palma, primero y por utilizar mensajes ajenos acusó a Barak Obama de vender el cambio con fotocopias. (()) Esta ha sido aqui la frase del debate, pero hubno traca final cuando le preguntaron por el que ha sido su momento clave en la vida. Ella recordó sin nombre ni apellidos la infidelidad de Bill y agradeció la solidaridad y las oraciones de innumerables estadounidenses que -como anoche- le aplaudían sobrecogidos. La próxima cita, antes de esas primarias del 4 de marzo que se antojan extraordinarias, la próxima cita es otro debate el martes próximo esta vez con viaje incorporado de Texas a Ohio.
viernes, 22 de febrero de 2008
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