miércoles, 26 de agosto de 2009

Adios Teddy

Edward Kennedy ha muerto esta pasada noche sin llegar a ser presidente de los Estados Unidos. Acaba una época, toda una historia que para siempre quedará escrita en los manuales políticos estadounidenses. Teddy ha muerto después de haber servido como senador demócrata por Massachussets más de 45 años. No pudo llegar mas lejos porque las que pudieran ser sus ambiciones se ahogaron junto con Mary Jo Kopeneche en las aguas de Chappaquiddick Island. Aquel accidente obligo a Teddy a recomponer su vida. Ha sido un referente y una referencia. Un profesional de la politica y un político que obligaba a ponerse de pie y a escuchar hasta quienes querían mirar hacia otro lado. Edward Kennedy, el padre, el abuelo, el tío, fue siempre el mejor amigo de sus amigos. Era y fue un personaje extraordinario, capaz de volver loca a su audiencia mientras provocaba titulares y crónicas inolvidables. Kennedy y Kerry mitineando por las frias tierras de Iowa fue regalo añadido para recordar siempre en un país donde es difícil dar gato por liebre. Edward Kennedy era de sobra el político que los demócratas necesitaban. Lo fue cuatro años más tarde, aquejado ya del cáncer cerebral que aceleró su despedida. Kennedy eligió a Obama sobre Clinton. Era la puntilla, la última del viejo león que esta noche no ha podido ganar la que desde mayo del pasado año era su campaña más angustiosa. Estuvo en la convención demócrata en Denver y ahora Edward Kennedy se ha ido sin ver el seguro universal para los ciudadanos estadounidenses. Se ha ido sin ver hecha realidad la reforma emigratoria que ha querido negociar siempre con los republicanos. Se ha ido después de volver a pisar la Casa Blanca con un presidente demócrata. Después tambien de salir en ambulancia del Capitolio en la toma de posesión del primer presidente negro de los Estados Unidos. Se ha ido a dos semanas de que su hermana Eunice le preparase el camino. Llegó la hora final para Teddy, el hombre que vio morir a sus tres hermanos mayores en circunstancias siempre especiales y extraordinarias. Muerte en una guerra, asesinato de un presidente, asesinato en una campaña hacia la presidencia. Se ha ido un político que hacia Política en los Estados Unidos y que había aprendido hasta cantar en español para marcar las diferencias.



Magin --

Michelle and I were heartbroken to learn this morning of the death of our dear friend, Senator Ted Kennedy.

For nearly five decades, virtually every major piece of legislation to advance the civil rights, health and economic well-being of the American people bore his name and resulted from his efforts.

His ideas and ideals are stamped on scores of laws and reflected in millions of lives -- in seniors who know new dignity; in families that know new opportunity; in children who know education's promise; and in all who can pursue their dream in an America that is more equal and more just, including me.

In the United States Senate, I can think of no one who engendered greater respect or affection from members of both sides of the aisle. His seriousness of purpose was perpetually matched by humility, warmth and good cheer. He battled passionately on the Senate floor for the causes that he held dear, and yet still maintained warm friendships across party lines. And that's one reason he became not only one of the greatest senators of our time, but one of the most accomplished Americans ever to serve our democracy.

I personally valued his wise counsel in the Senate, where, regardless of the swirl of events, he always had time for a new colleague. I cherished his confidence and momentous support in my race for the Presidency. And even as he waged a valiant struggle with a mortal illness, I've benefited as President from his encouragement and wisdom.

His fight gave us the opportunity we were denied when his brothers John and Robert were taken from us: the blessing of time to say thank you and goodbye. The outpouring of love, gratitude and fond memories to which we've all borne witness is a testament to the way this singular figure in American history touched so many lives.

For America, he was a defender of a dream. For his family, he was a guardian. Our hearts and prayers go out to them today -- to his wonderful wife, Vicki, his children Ted Jr., Patrick and Kara, his grandchildren and his extended family.

Today, our country mourns. We say goodbye to a friend and a true leader who challenged us all to live out our noblest values. And we give thanks for his memory, which inspires us still.

Sincerely,

President Barack Obama

lunes, 24 de agosto de 2009

Colas, filas y fronteras

La oportunidad de poder viajar en verano escribe diferencias. Los españoles somos cada vez más unos privilegiados. Tiendas y restaurantes cerrados por doquier en un ferragosto de crisis donde los ahorros o las hipotecas permiten reirse de las circunstancias. Somos un caso, pero nos gusta y hasta presumimos de nuestra capacidad de improvisación en tiempos difíciles. Poco importa que algunos tengan que beber leche en los supermercados, que familias enteras hagan colan en comedores públicos, que no llegue ni tan siquiera para extras. Lo más común por la llamada piel de toro es encontrar esa delicada frontera que acaba sabiendo poner al mal tiempo buena cara. Otra cosa son los hábitos y costumbres. La mala leche y esa común falta de educación que nos priva de ser a menudo seres racionales provistos del más mínimo talante. Será cuestión de carácter pero con solo dar un paseo por el mundo las evidencias saltan a la vista. Los españoles somos empedernidamente diferentes. Nos gusta criticar y ver la viga en el ojo ajeno, pero en nuestra casa caen chuzos de punta. Llamamos borregos a quienes saben ponerse en fila, a quienes son capaces de ceder el paso en una puerta, a quienes cumplen su oficio sin otro pago que una sonrisa. Somos capaces de reirnos de nuestra propia sombra aunque sea a costa de una mala leche cada vez más en aumento. Me ha llamado la atención como se pasan fronteras en un aeropuerto tan especial como ha terminado siendo el aeropuerto de Madrid-Barajas. Gregarios como pocos los turistas y nacionales comparten en montones de espera la entrada al territorio nacional. Las colas no son necesarias en el país de los pícaros. El mogollón es lo que importa. Se premia la picardía, al espabilado de turno. Detrás de las garitas aduaneras, la policía nacional hace lo propio. Trabajan en equipo, nunca solos. Dos mejor que uno, para hacer la tertulia correspondiente y repasar fotos y datos con cara agria como quien tiene que aguantar impertinencias y desatinos. No habrá gracias, ni tan siquiera buenos días. Duro cartel para las bienvenidas o las despedidas, para seguir mirando a futuro con alegría, con esa idiosincracia propia de quienes hemos hecho del todos a una la mejor fórmula para capear el temporal de una historia que suma y sigue.

jueves, 20 de agosto de 2009

Noche en el Nou Camp


Las noches de fútbol en el Nou Camp tienen muy poco que ver con las noches del Gamper. Esta noche fue diferente, tan diferente que fue la primera en la que Enya y Mario se apuntaron a vivirla en directo desde las gradas de un estadio compartiendo ilusiones. Lo menos importante, el resultado. Jugaron los chicos de la cantera frente a un Manchester City que dicen recogerá en Europa la antorcha encendida por el Chelsea. Barça de Pep con presentación a la catalana. Fue un quiero y no puedo, pero para mis chicos suficiente. Estábamos en el Camp Nou y nos lo habíamos ganado a pulso. Pasamos por taquilla, las taquillas que en un abrir y cerrar de ojos vendieron cerca de 98 mil entradas. Todos pagan porque la causa humanitaria se lo merece. Camiseta de estreno y camiseta única para la ocasión. Cambios y mas cambios. Un fiesta con sabor agridulce por el resultado y mucho peor entre bambalinas. Lo que no se ve, lo que no sale por televisión es deplorable. Agua caliente a 38 grados. Colas insoportables para llegar a la nada. Perritos calientes, lomos o butifarra para esconderse en entrepanes que se abren a mano. Dinero, euros que van y vienen entre el color blaugrana de una noche ardiente. Esto es lo que siempre marcará las diferencias. La improvisación al poder y nunca más una reclamación que pueda sobre pasar a la mala leche. Es este el país de la inocencia. Todo es posible, hasta pasar una noche de lo que pudo ser fútbol en las gradas del Nou Camp. Una noche en Barcelona, una noche en medio de la llamada crisis que tambien ha cerrado por vacaciones.