HOUSTON, MANDAMOS UN PROBLEMA

Todo menos cruzarse de brazos… Katrina no da tiempo para el descanso, pero si el alcalde de nueva orleans es el encargado de hanlar claro, quejarse de que hay muchos cocineros en la operación rescate, decir lo que nadie se atreve -que puede haber centnares de muertos, sino miles- la cruda realidad acaba obligando a olvidar las diferencias. La incomunicación, las infraestructuras desechas, la falta de agua y de energoia electrica, la dificultad real de comunicarse tekefonicamente complican unas tareas de evacuacion a la que hay que poner nota. El gobernador de la vecina Texas, Richy Perry, se ha compresito con su colega de Luisisna a trasladar a 23 personas del estadio Superdome al estadio Astrodome, de la inundada Nueva Orleans a la populasa Houston, quinientos kilometros de distancia que se haran eternos cuando se piensa que 20 mil personas son muy difíciles de meter en los quinientos autobuses que se han destinado para la operación. El superministro Chertoff confesaba despues de celebrar un teleconferencia con el presidente George Bush que van a garnarse el sueldo, que la coordinación de las agencias federales corre de su cuenta y que no se van a escatimar esfuerzos para hacer olvidar la tragedia a quienes mas sufren. Familias enteras desaparecidas, no solo ese padre que vieron como lo se lo llevaban las aguas son razones suficientes como para echar el resto. Bush se dirigira a la nacion a la cinco de la tarde, seran las once de la noche en España. El viernes o el sabado tiene previsto vistar la zona debastada por el huracán Katrina. Todavía entonces, dicen las autoridades de Nueva Orleans, con optimismo- habra que esperar un mes para que reforzando lo diques y recuperando la energia electrica los vecinos de la ciudad del Jazz se olviden de tener que nadar para dejar atrás durante mucho tiempo todos sus pertenencias.