jueves, 11 de agosto de 2005

DIARIO DE VIAJES (XVII)

ROOSEVELT CAYO DEL CABALLO (11.08.2005-17)
Medora, Roosevelt Nt. Park, Medora (ND)
Las tierras verdes en Dacota fueron en otros tiempos malas tierras, tan malas que consiguieron hacer del cazador y aventuro Theodore Roosevelt el presidente mas conservacionista de los Estados Unidos. Llegamos a Dacota del Norte por la puerta estrecha que se abre desde el centro-este de Montana, sin necesidad de hacer mas kilometros hacia el norte para ver como el rio Misuri hace las suyas con el rio Yellowstone. Igual algun dia nos arrepentimos, pero ahora sabemos porque Roosevelt fue capaz de dejar el fusil y hasta proclamar despues de 1901 que debia a esta tierra el haber llegado a ser inquilino de la Casa Blanca. Roosevelt se ha ganado en las Badlands su parque nacional gracias al Presidente Carter. Es este un espacio dividido en dos, separado por unos cien kilometros, pero un parque de bolsillo al que por fortuna llegan tan escasos viajeros que es posible ver como las malas tierras se han convertido en un paisaje embaucador regado por el Misuri, todavia en un lento deambular a la espera de hacerse enorme y comercial. Roosevel Nt.Park permite volver a recuperar la caza y captura en camara fotografica de animales salvajes. Los bisontes fueron reintroducidos en 1956, los alces en 1985. Esta vez hemos visto de paso coyotes, ciervos y hasta mas de un despitado bisonte que meditaba al atardecer en uno de esas pocas praderas visibles desde el asfalto. Aqui se esconden entre colina y colina, entre tierras calizas que adquieren formas caprichosas, entre montanas tenidas de rojo por las que preguntan a los ninos voluntarios siempre serviciales que no alcanzan ni de lejos la categoria de Rangers, una categoria de guardabosques de postin a la que aspiran en grado infantil cuantos hijos de vecinos visitan este ano los Parques Nacionales de los Estados Unidos. Enya y Mario presumen de sus conocimientos ensenando sus nuevas insignias, los demas seguimos haciendo cuentas y sorpendidos (mientras vemos corretear a los perritos de la pradera) sorprendidos que a principios del siglo XX otro Pablo cayera de su caballo y despues de cacerias por doquier, safaris millonarios en Afrcia y suenos de grandeza en Nueva York, encontrara en esta tierra la esencia del conservacionismo que tradujo en sus ocho anos de presidencia (1901-1909) en la creacion del Servicio Forestal de los Estados Unidos, la declaracion de 18 monumentos nacionales, cinco parques y cincuenta y un refugios en tieras y bosques nacionales.