FRASCA, UNA COCINA EN EL ADIOS (18.08.2005-24)
Cheyenne (WY), Estes Park, Boulder, Lakewood (CO)
Era un compromiso, uno de esos proyectos a realizar que se pasaron sin remedio en las primeras de cambio. Por fin, ahora, el restaurante mas moderno de Colorado se brindaba a la posibilidad de corresponder a sus altas espectativas. Llegamos a la hora de cenar, siempre antes de las siste, aun a pesar de que Frasca ofrece dos o tres servicios por mesa cada dia de la semana. Hace casi un mes, ante nuestra insistencia, nos ofrecieron sentarnos en una pequena barra donde hacen cola quienes hicieron reserva con muchisima anticipacion. Los fogones son oficiados por un joven que aprendio el oficio en tierras francesas, presumiendo de haber compartido cazuelas con estrellados de la guia Michelin. Esto podria parecer un reclamo para los pocos europeos que por aqui pasan si es que se despistaron o llegaron sobrados de dolares despues de buscar en Aspen la que dicen la mejor nieve del mundo. Frasca es un restaurante que quiere marcar diferencias, apostar por una cocina de fusion, donde el gusto personal de Bobby Stuckey y del joven chef Lachlan se traduce en platos frescos y llenos de color -ellos dicen de tendencia italiana- donde a veces los sabores salen perjudicados por la constante apuesta que se quiere hacer a los contrastes. Frasca es a pesar de todo un oasis en el viaje de verano que manana bajara el telon en espera de otros mundos. Esta vez, el Oeste ha sido un bello ejercicio de lo que descubrimos tambien en Frasca. Ha sido un paseo sorprendente y constructivo a lo largo y ancho de unas tierras que llevan en muchas ocasiones a una inmensa nada. Al final, aqui o alla, al norte o al sur del Colorado, al este o al oeste del Misuri, en tierra de indios y de espiritus, en llanuras infinitas donde las motanas acariacian al cielo, el hombre blanco -los peregrinos que llegaron a Nueva Inglaterra- podrian todavia hoy volver por aqui a reasentarse y pregonar a los cuatro vientos su santidad y su respeto por tierras, animales e indigenas que otros /siempre los europeos en cabeza, para que nada cambie/ solo quisieron explotar y controlar en beneficio propio
Cheyenne (WY), Estes Park, Boulder, Lakewood (CO)
Era un compromiso, uno de esos proyectos a realizar que se pasaron sin remedio en las primeras de cambio. Por fin, ahora, el restaurante mas moderno de Colorado se brindaba a la posibilidad de corresponder a sus altas espectativas. Llegamos a la hora de cenar, siempre antes de las siste, aun a pesar de que Frasca ofrece dos o tres servicios por mesa cada dia de la semana. Hace casi un mes, ante nuestra insistencia, nos ofrecieron sentarnos en una pequena barra donde hacen cola quienes hicieron reserva con muchisima anticipacion. Los fogones son oficiados por un joven que aprendio el oficio en tierras francesas, presumiendo de haber compartido cazuelas con estrellados de la guia Michelin. Esto podria parecer un reclamo para los pocos europeos que por aqui pasan si es que se despistaron o llegaron sobrados de dolares despues de buscar en Aspen la que dicen la mejor nieve del mundo. Frasca es un restaurante que quiere marcar diferencias, apostar por una cocina de fusion, donde el gusto personal de Bobby Stuckey y del joven chef Lachlan se traduce en platos frescos y llenos de color -ellos dicen de tendencia italiana- donde a veces los sabores salen perjudicados por la constante apuesta que se quiere hacer a los contrastes. Frasca es a pesar de todo un oasis en el viaje de verano que manana bajara el telon en espera de otros mundos. Esta vez, el Oeste ha sido un bello ejercicio de lo que descubrimos tambien en Frasca. Ha sido un paseo sorprendente y constructivo a lo largo y ancho de unas tierras que llevan en muchas ocasiones a una inmensa nada. Al final, aqui o alla, al norte o al sur del Colorado, al este o al oeste del Misuri, en tierra de indios y de espiritus, en llanuras infinitas donde las motanas acariacian al cielo, el hombre blanco -los peregrinos que llegaron a Nueva Inglaterra- podrian todavia hoy volver por aqui a reasentarse y pregonar a los cuatro vientos su santidad y su respeto por tierras, animales e indigenas que otros /siempre los europeos en cabeza, para que nada cambie/ solo quisieron explotar y controlar en beneficio propio