El culebrón que no cesa, una saga política por entregas y final siempre incierto, sigue llamándose Sarah Palin, la candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos con el republicano Jonh McCain capaz de haber provocado en semana y media un terremoto de reacciones encontradas. The Washington Post es el encargado esta mañana de sacarle trapos sucios del armario, la cara menos amable y díscola de una conservadora que presume de subastar y vender el avión privado del gobernador y despedir al cocinero que debiera hacer mas facil sus necesidades para gastarse con la otra mano la friolera de 43 mil dólares del erario publico en pagar los viajes de sus hijos y esposo hasta la capital del estado de Alaska. Sarah Palin, en dos años de gobernadora, se ha pasado y cobrado dietas por desplazamientos en al menos 319 ocasiones, detalle que sus colaboradores no solo justifican a The Washington Post sino que consideran practica normal e inherente a un cargo que esta remunerado con 125 mil dólares anuales. El efecto Palin del que no hemos dejado de hablar desde el mismo día que McCain comunico para sorpresa del respetable su decision de convertirla en candidata a la vicepresidenta, ha provocado no solo que los republicanos recuperen protagonismo y consigan despuntar en las encuestas sino que tambien un periódico al que se le tilda de liberal como The New York Times tenga que caer hoy en el análisis detallado de los comportamientos públicos que protagonizan los candidatos republicanos. Abrazos o apretón de manos, besos y citas protocolarias, el que fue antes, si el huevo o la gallina han pasado a formar parte de la vida cotidiana. Si McCain beso a Cindy su esposa, si abrazo, beso o dio un apretón de manos a Palin, toco o no toco a toda una mujer, es ahora y sin que sirva de precedente una información de primera pagina.
martes, 9 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario