Estados Unidos dedica horas extras a la diplomacia después de encontrase con el polvorín boliviano como nueva crisis en el continente americano. Sean McCornick es hasta ahora el portavoz encargado de apagar el fuego y explicar lo que empezó primero por Bolivia y ahora se complica con las decisiones solidarias del venezolano Hugo Chávez, quien desde hace tiempo se ha ganado aquí la ignorancia mas completa de los medios de comunicación. El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, ha dicho que el embajador boliviano Gustavo Guzmán ha sido expulsado de Estados Unidos en respuesta a lo que calificó de medidas “injustificables” y de acuerdo a la Convención de Viena sobre protocolo diplomático. Bolivia ha acusado a Estados Unidos de interferir en sus asuntos internos y el año pasado lo acusó de intentar derrocar el gobierno de Evo Morales, aunque no se ofrecieron evidencias especificas. Ahora el presidente venezolano, Hugo Chávez, denuncia tambien la existencia de un complot cívico-militar en su contra augurando "días y semanas difíciles" para su proyecto revolucionario. La jornada de alta tensión política comenzó en la madrugada del jueves, cuando se reveló en un programa de la televisión estatal la grabación de una conversación entre militares retirados planeando un golpe de Estado y el asesinato de Chávez.
viernes, 12 de septiembre de 2008
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