Por sus obras les conocereis… Hillary Clinton ha querido esperar hasta el sábado para preparar su despedida. Su adiós llegará después de diecisiete meses de campaña, cinco de primarias y haber gastado mas de la cuenta. Ella debe 23 millones de dólares. La primera orden de quien dice adios sin bajar la cabeza es pagar lo que se debe a sus contratado y hacerlo antes del viernes. El sábado ha elegido Washington –que no Nueva York, donde no conocer la derrota- para despedirse de momento y por lo menos durante los cuatro próximo años de un sueño llamado presidencia y elegir las palabras con las que subirse al carro de Barak Obama. El candidato demócrata se dará tiempo para elegir a su vicepresidente y su decisión será otra baza con la que jugar –como el republicano McCain- mirando a las elecciones del 4 de noviembre. Si Hillary quiere ser vicepresidenta no será ella quien deba de decirlo, claro que al menos si lo dice borraría a muchos la idea de que la senadora sigue pensando que Obama no es el buen candidato con el que ganar la Casa Blanca y si la pierde, ella misma podría empezar de nuevo la carrera el cinco de noviembre.
jueves, 5 de junio de 2008
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