George Bush está a punto de salir de Washington en el que será uno de sus último periplos por el ancho mundo y en particular por esa Europa que hace solo unos años le miraba de reojo y le invitaba a quedarse en casa o a verse solo con sus contados amigos de la llamada Nueva Europa. Bush sale de Washington con intención de llegar esta noche a Liubliana, pero con el compromiso mas sonado de asistir a la cumbre anual Unión Europa Estados Unidos y visitar –ya puesto- Alemania, Italia, Francia y Reino Unido con prolongaciones al Vaticano y a Irlanda del Norte. La primera dama, Laura Bush, se ha presentado por sorpresa en Liubliana después de un viaje relámgago hasta Afganistán poniendo una vez más en evidencia su deseo de ayudar y muy en especial en esa guerra que ha hecho más suya que ninguna. George Bush tendrá oportunidad de hacerse fotos de nuevo con Benedicto XVI, reencontrarse con el italiano Berlusconi, saludar a la canciller alemana Angela Merkel, cenar en el Eliseo con el presidente francés Sarcorzy y su esposa Carla Bruni, y rendir esa tributo de amistad con el Reino Unido sin dejar pasar la oportunidad de visitar a la reina Isabel II. La agenda polótica será otro cantar sin que pueda faltar en la lista de asuntos siempre pendientes Oriente Próximo, Irak, Afganistan, Iran, Serbia, Georgia y hasta el recuerdo aniversario del plan Marshall con el que los Estados Unidos –hace 60 años- ayudaban a la reconstrucción europea después de la segunda gran guerra.
lunes, 9 de junio de 2008
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