George Bush ya está camino de la que no hace mucho tiempo su adminitración llamaba la Vieja Europa… Es la otra cara de la moneda, devolver a la diplomacia estadounidense la normalidad o la aparente normalidad o con el continente europeo aún a pesar de que sigue la guerra en Irak y hasta la primera dama hace suya la preocupación por Afganistán. Bush tiene previsto llegar esta noche a Liubliana en la que no es mas que la primera parada y fonda de un viaje donde la Unión Europea será de nuevo la invitada de la fiesta. La reunión anual entre los Estados Unidos y la Unión permitirán al presidente ponerle campanillas a un viaje que muchos consideran puede ser de los últimos antes de abandonar la Casa Blanca. Bush y Laura –la primera dama que se presentaba por sorpresa y cuando no la esperaban en Liublinana, tienen una semana para hacerse fotos de nuevo con el Papa Benedicto XVI, reencontrarse con el italiano Berlusconi, saludar a la canciller alemana Angela Merkel, cenar en el Eliseo con el presidente francés Sarcorzy y su esposa Carla Bruni, y rendir un nuevo tributo de amistad con el Reino Unidos sin dejar pasar la oportunidad de visitar a la reina Isabel II y hacer un salto hasta Irlanda. La agenda política será otro cantar sin que pueda faltar en la lista de asuntos siempre pendientes Oriente Próximo, Afganistán, Irak, Irán, Serbia, Georgia y hasta el recuerdo aniversario del plan Marshall con el que los Estados Unidos –hace 60 años- ayudaban a la reconstrucción europea después de la segunda gran guerra.
lunes, 9 de junio de 2008
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