Mark Felt se gana por fin honores de portada. El numero dos del FBI, en 1972, ha dejado de ser el misterioso personaje que guiaba a los periodistas del Washington Post en sus investigaciones. La mas larga historia del espionaje politico estadounidnse, capaz incluso de obligar a la dimision de Richar Nixon, el trigesimo quinto presidente de los Estados Unidos, recupera un nombre importante.
Treinta y un años despues, de aquel adios, el 9 de agosto de 1974, otra frase de película encuentra, por sorpresa, final feliz. Mark Felt era el agente del FBI que facilitaba a Boodward y Bernstein la clave del éxito: sigan las pista del dinero. Su confesion de hoy abre otro punto y seguido a un capitulo incompleto de preguntas pendientes. El Washington Post, desde su portada, insinua que Felt actuo por venganza. Treinta años despues su hija Joan prefiere dejar las cosas en su sitio
Y si Joan Felt habla español, tambien parece que su padre podria decir algo mas que lo que ha dicho estas ultimas horas. Podria incluso sumarse en español, al coro de voces que como esos cinco supuestos fontaneros –cuatro cubanos como Bernadno Walter entre ellos, empezaron pagando con la carcel el supuesto robo con el que empezaba la historia del Watergate. El tiempo y la pista del dinero demostrarian algo tan grave como lo que dice Walter. El presidente y su partido republicano habian jugado sucio, quisieron saber antes que nadie como iban los demócratas a plantarles cara en las elecciones de 1972, elecciones que revalidaba Nixon, antes de irse por la puerta de atrás, con el 60,7 por ciento de los votos.
Treinta y un años despues, de aquel adios, el 9 de agosto de 1974, otra frase de película encuentra, por sorpresa, final feliz. Mark Felt era el agente del FBI que facilitaba a Boodward y Bernstein la clave del éxito: sigan las pista del dinero. Su confesion de hoy abre otro punto y seguido a un capitulo incompleto de preguntas pendientes. El Washington Post, desde su portada, insinua que Felt actuo por venganza. Treinta años despues su hija Joan prefiere dejar las cosas en su sitio
Y si Joan Felt habla español, tambien parece que su padre podria decir algo mas que lo que ha dicho estas ultimas horas. Podria incluso sumarse en español, al coro de voces que como esos cinco supuestos fontaneros –cuatro cubanos como Bernadno Walter entre ellos, empezaron pagando con la carcel el supuesto robo con el que empezaba la historia del Watergate. El tiempo y la pista del dinero demostrarian algo tan grave como lo que dice Walter. El presidente y su partido republicano habian jugado sucio, quisieron saber antes que nadie como iban los demócratas a plantarles cara en las elecciones de 1972, elecciones que revalidaba Nixon, antes de irse por la puerta de atrás, con el 60,7 por ciento de los votos.
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