martes, 31 de mayo de 2005

WATERGATE, LA HISTORIA CONTINUA

El Watergate y la historia de su garganta profunda es como el Guadiana… Aparece y desaparece, sin que los reporteros de hace 30 años, los famosos Bob Woodward y Carl Bernstein, digan hoy mas palabras que las ya famosas: no hablaremos hasta que nuestra fuente, bautizada como garganta profunda, este muerta… Por eso la confesion de Mark Felt a la revista Vanity Fair, soy yo, no hay que esperar a otros, ha caido como serpiente de verano ampliada y amplificada por radios y televisiones que en este pais viven de contar noticias las 24 horas…
Los debates sobre la posible veracidad de la confesion de Mark Felt han sido el recurso ha seguir por casi todo. Lo primero ha sido decir que Felt fue uno de los dos agentes del FBI que investigaron –a principios de los 70- la trama politica con que los republicanos trataban de espiar las andanzas electorales de los demócratas. Ese edifico, junto al rio Potomac y el Kennedy Center, se llamaba y se llama Watergate, y esa operación ilegal le costo el puesto, la renuncia, al presidente Richard Nixon el 9 de agosto de 1974, despues de un año largo de investigaciones y denuncias de los reporteros del Washington Post
Treinta años mas tarde, como si fuese el dia despues del adios precipitado de Nixon, la garganta profunda quiere pedir su hueco en la histotia. Mark Felt tiene ahora 91 años, vive retirado como es logico, en casa de su hija Joan en Sta Rosa, California, y casi en un completo anonimato que solo se rompe cuando su nombre -como hace 3 años ahora- aparecia identificado en un libro como la fuente de Berteins y Woodward. Ahora su confesion, quiere escribir el punto y final a una investigación que ha ocupado a universitariops y periodistas durante decadas. Pero el secreto mejor guardado de una historia politica esta condenado a continuar. Bob Woodward y Carl Bernstein tienen la palabra… Quienes se les adelantan encuentran como Mark Felt –aun a pesar de reunirse con Woodward- juicios para todos los gustos . La fuente del Post, dicen hoy los especialistas, tenia la confianza del propio Nixon, conocia y no solo por una investigación policial, los movimientos del dinero republicano y ese fue el verdadero hilo del asunto, el hilo que hizo ovillo hasta acabar con todo un presidente de los Estados Unidos