domingo, 24 de octubre de 2010

Wikileaks, una de secretos


Wikileaks vive de la caridad pública y su director, Julian Assange, escondido a pesar de ser Suecia su última residencia oficial. Wikileaks es un página destinada a contar en voz alta los secretos que más pueden avergonzar a los poderosos de este mundo. Desde el pasado viernes, la revista virtual regala 391.832 escalofirantes documentos sobre la guerra de Irak. No queda títere con cabeza y los buenos acaban siendo peores que los malos. Es la ley del ventilador la que mejor funciona. La guerra sigue siendo tan maloliente como siempre. Asesinatos, violaciones y torturas son las monedas de cambio. Todos meten mano, hasta aquellos ayatholas iranies del eje del mal convertidos casi en hermanitas de la caridad comparados con la mano que mece la cuna. Ahora solo falta matar al mensajero. Estados Unidos se ha quedado en pelotas sin necesidad de llamar al KGB o reventar los archivos celosamente guardados por la CIA o el Pentágono. Assange se esconde de los buenos como antes los buenos tuvieron que esconder a Salman Rushdie. Lo que son las cosas. Tomar jamón y hacer una tertulia leyendo Wikileaks es tan peligroso como reirse de las caricaturas de Alá. Los humanos vivimos del cuento y es mejor no salirse del guión establecido. Menos mal que con el paso del tiempo hemos llegado a pensar que todo es susceptible de cambio para ser mejor. Si no hubiese habido un Watergate los presidentes de los Estados Unidos seguirían haciendo de su capa un sayo. Si la guerra de Vietnam no se hubiese encontrado con los Papeles del Pentágono otro gallo nos hubiera cantado. Quien no se consuela es porque no quiere. La verdad nos hace libres y por eso hasta Bill Clinton tuvo que enseñarnos lo que tenía debajo de la mesa de su despacho oval. Al Gore no pudo con Bush ni hasta cuando era un marido modelo. George Bush acabó antes con Saddam Hussein que con Bin Laden. Después llegó Wikileaks con 40 voluntarios y 800 colaboradores para poder sacar los colores a los que dicen siempre estar bien informados.

1 comentario:

meg dijo...

¿Podrá Asange seguir descubriendo la maldad y la hipocresía de los buenos a partir de ahora?. Ese es el gran misterio, Magín del alma mìa. Un beso