Acabo semana, y acabo en rojo en la bolsa de Nueva York donde se han perdido tan solo –entre comillas- otros 312 puntos en los valores industriales después de la que pudo ser otra jornada catastrófica si los principios –malos – hubiesen sido prolongación de lo que ante paso por las bolsas de Asia y Europa. Al final ceder otro 3,59% se considera un regalo cuando hubo momentos en que se perdía hasta el cinco lo que traducido a millones es casi otro banco. La buena nueva, si hay que buscarla para compensar- es junto con el derrumbe de los precios del petróleo –un barril aquí a menos de 65 dólares- es saber que las casas de segunda mano han conseguido aumentar su venta un 5%, lo que no se veía desde el pasado siglo. La explicación es sencilla, los precios han bajo un nueve por ciento en menos de un año. Y todavía mas, para consuelo de navegantes. Hay expertos que viendo el patio vaticinan que la Reserva Federal no tardara mucho en bajar el precio del dinero. Incluso hay quien se atreve a pronosticar que antes de finales del presente año -de cuartillo en cuartillo- llegaremos a ver de nuevo una tasa del 0,50 por ciento.
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