La esperanza es lo ultimo que se pierde, por eso la apuesta española, el trabajo diplomatico en Washington pasa por tocar todas las puertas y hacer todos los deberes para conseguir el milagro: algo tan complicado como cambiar el modelo estadounidense para la que finalmente aceptan sea la primera cumbre internacional con la crisis financiera en la recamara. Jorge Dezcallar, el embrajador, se ha pasado la jornada del miércoles de aquí para allá. Su teléfono privado sonaba varias veces en el almuerzo que habia convocado con los corresponsales españoles. Almuerzo con prisas porque después pasaba la tarde en la secretaria del tesoro –ministerio de economía, en adaptación española- donde Descallar ha podido insistir en las muchas razones y los poderosos avales que deberian facilitar nuestra asistencia a la reunion convocada para el sábado 15 de noviembre. Hasta ahora todo son buenas palabras, pero de no mediar un milagro, todo hace pensar que España se va a quedar con las ganas aun a pesar de ser la octava potencia económica del mundo. El consuelo, con firma de portavoz de la Casa Blanca, es poder hacer llegar ideas y sugerencias, pero de no cambiarse el formato G20 –cosa que nos hemos quedado solos en pedir a voces- España solo podra estar representada en la cumbre como un país miembro de la Unión Europea… sin voz, sin voto aunque con la clara obligación de acabar diciendo amen.
miércoles, 22 de octubre de 2008
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