La Casa Blanca ha confirmado hace solo unas horas la convocatoria de una reunión extraordinaria para tratar los problemas derivados de la crisis financiera. El formato está todavía por definirse, pero los llamados a la mesa son los países del llamado GRUPO DE LOS 20, países desarrollados o emergentes –Bush invitaba personalmente al presidente de Brasil- Lula da Silva- y en una reunión en la que a priori solo estaría representada España como país miembro de la Unión Europea. Dicho esto, hay dos noticias complementarias importantes. La casa blanca -uno de sus portavoces- dice que las ideas y opiniones de España serán siempre tenidas en cuenta- y en Francia- Sarkozy está dispuesto a decirle a Bush que invite a Zapatero como ha hecho con Lula. El embajador de España en los Estados Unidos, Jorge Dezcallar, se verá hoy mismo con el secretario del Tesoro, Henry Paulson, en la que desde ahora promete ser un marathon diplomático en el que nuestro país solo pedirá justicia. Estar donde nos corresponde, con voz y voto y soluciones que no solo tenemos que dar por delegación
DEZCALLAR Y PAULSON
Hay trabajo, mucho trabajo por delante para ver a España invitada a sentarse en la cumbre del 15 de noviembre en Washington. Esa es la idea que nos han trasladado en la residencia del embajador de España en la capital federal de los Estados Unidos. Jorge Dezcallar tenía hoy trabajo a destajo con guinda a estas horas. Reunión en la secretaria del tesoro –ministerio de economía en traducción a nuestro vocabulario- y múltiples contactos bilaterales al más alto nivel para conseguir que la octava economía mas grande del mundo -España y su presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pueda sentarse en una mesa a la que oficial y formalmente están solo invitados los países del llamado G20, grupo en el que estamos representados como miembros de la Unión Europea pero al que no conseguimos acceder porque ya no llegamos o no interesa politicamente que nos sentemos con los siete grandes, ya por habernos pasado o no tener nada que decir entre el otro grupo de países emergentes. La cita del 15 de noviembre se nos pone así un poco mas cuesta arriba desde el momento que nuestra presencia es o sería la excepción para confirmar la regla. Somos a priori los únicos que hemos levantado la mano para decir que hay de lo nuestro… y eso después de vender (Zapatero) la idea al británico Gordon Brown y hacerla llegar a la presidencia de la Unión, este semestre en manos de la Francia de Sarkozy. A estas alturas -a menos de un mes de la cita en la que debiera escenificarse un todos a una contra la crisis financiera- la frase mas repetida es que hay toro hasta que pase el rabo… y a eso van a dedicarse y en muy variados frentes la delegación española acreditada en Washington con el argumento de que por intereses e importancia y hasta por experiencia en soluciones de lo que se está hablando, España merece tener tanta voz como voto y no solo la supuesta obligación del amen.
DEZCALLAR Y PAULSON
Hay trabajo, mucho trabajo por delante para ver a España invitada a sentarse en la cumbre del 15 de noviembre en Washington. Esa es la idea que nos han trasladado en la residencia del embajador de España en la capital federal de los Estados Unidos. Jorge Dezcallar tenía hoy trabajo a destajo con guinda a estas horas. Reunión en la secretaria del tesoro –ministerio de economía en traducción a nuestro vocabulario- y múltiples contactos bilaterales al más alto nivel para conseguir que la octava economía mas grande del mundo -España y su presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pueda sentarse en una mesa a la que oficial y formalmente están solo invitados los países del llamado G20, grupo en el que estamos representados como miembros de la Unión Europea pero al que no conseguimos acceder porque ya no llegamos o no interesa politicamente que nos sentemos con los siete grandes, ya por habernos pasado o no tener nada que decir entre el otro grupo de países emergentes. La cita del 15 de noviembre se nos pone así un poco mas cuesta arriba desde el momento que nuestra presencia es o sería la excepción para confirmar la regla. Somos a priori los únicos que hemos levantado la mano para decir que hay de lo nuestro… y eso después de vender (Zapatero) la idea al británico Gordon Brown y hacerla llegar a la presidencia de la Unión, este semestre en manos de la Francia de Sarkozy. A estas alturas -a menos de un mes de la cita en la que debiera escenificarse un todos a una contra la crisis financiera- la frase mas repetida es que hay toro hasta que pase el rabo… y a eso van a dedicarse y en muy variados frentes la delegación española acreditada en Washington con el argumento de que por intereses e importancia y hasta por experiencia en soluciones de lo que se está hablando, España merece tener tanta voz como voto y no solo la supuesta obligación del amen.
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