El fin de semana largo que están preparados a vivir millones de estadounidenses, la festividad del llamado Memorial Day, obliga a poner el acelerador político a candidato y aspirantes a la presidencia de los Estados Unidos. John McCain tiene que defender su buen estado de salud después de presentar informes detallados -1173 páginas- sobre la operación y la evolución que desde agosto del 2000 ha tenido el melanoma canceroso del que fue intervenido. Barak Obama hace su particular peregrinación por La Florida –como Hillary- para ganar adeptos incluso entre la comunidad cubana a la que tratara de explicar su nueva teoría del dialogo internacional hasta con los enemigos en esa nueva imagen que los Estados Unidos debe buscarse en el mundo. Hillary Clinton es la encargada de pregonar en el desierto, reventar las minas que le han restado la confianza de los superdelegados y ese otro baremo con el que medir la marcha de la contienda electoral y que se traduce en los aportes y colaboraciones económicas, donde es farolillo rojo y con deudas que superan los 30 millones de dolares. Así esta el horizonte inmediato, cuando a John McCain tambien le crecen los enanos –después de tres meses tiene que rechazar el apoyo de dos predicadores uno tan extremista que poco menos que defiende que Hitler fue un cazador enviado por Dios- y Barak Obama se apunta a volver a la universidad, será en el estado Connecticut el próximo domingo para sustituir a su buen amigo Ted Kennedy, quien todavía convaleciente, le ha pedido le sustituya en un acto de graduación en el que había comprometido su presencia.
viernes, 23 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario