Hay imágenes que lo dicen todo… Estas fotografías son parte de esa España real que no suele salir en los periódicos extranjeros. Son tan reales, que son en color y no necesitan del blanco y negro para darnos cuenta de cómo un país puede enredarse en sus telarañas a veces sin tan siquiera ánimo de ofender. Está nuestra España hecha unos zorros pero algunos siguen empeñados en ponerle puertas al campo. Ahora que una Infanta hace ¨el paseillo¨ y la voces se acallan como llevadas por la distancia, el grito del aborto libre y gratuito puede chocarse de bruces con estampas que ya creíamos del pasado. Al Papa Francisco le gritan desde Naciones Unidas pidiendo que acabe con los pederastas. A la infanta Cristina le llaman choriza y otras cosas con las que muchos piensan compensar sus iras… pero en las calles de Madrid un cura de los de siempre –con sotana, bastón y almas caritativas guiando sus pasos- alcanza tan solo a llegar a la acera de una calle llena de otra marea religiosa. Al final, todas las ideas que en el mundo son parecen estar llamadas a confluir en una misma avenida. Es la vida aunque -como dice mi amiga del alma- algunas veces se dan la mano en el momento y en el lugar más inoportuno.
sábado, 8 de febrero de 2014
ABORTO LIBRE Y GRATUITO
Hay imágenes que lo dicen todo… Estas fotografías son parte de esa España real que no suele salir en los periódicos extranjeros. Son tan reales, que son en color y no necesitan del blanco y negro para darnos cuenta de cómo un país puede enredarse en sus telarañas a veces sin tan siquiera ánimo de ofender. Está nuestra España hecha unos zorros pero algunos siguen empeñados en ponerle puertas al campo. Ahora que una Infanta hace ¨el paseillo¨ y la voces se acallan como llevadas por la distancia, el grito del aborto libre y gratuito puede chocarse de bruces con estampas que ya creíamos del pasado. Al Papa Francisco le gritan desde Naciones Unidas pidiendo que acabe con los pederastas. A la infanta Cristina le llaman choriza y otras cosas con las que muchos piensan compensar sus iras… pero en las calles de Madrid un cura de los de siempre –con sotana, bastón y almas caritativas guiando sus pasos- alcanza tan solo a llegar a la acera de una calle llena de otra marea religiosa. Al final, todas las ideas que en el mundo son parecen estar llamadas a confluir en una misma avenida. Es la vida aunque -como dice mi amiga del alma- algunas veces se dan la mano en el momento y en el lugar más inoportuno.
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